domingo, 11 de julio de 2010

Experiencia Nº1: Casi perdí la movilidad de las piernas

Hola chicos, ¿cómo están? Quiero compartir junto con cada uno de ustedes una experiencia que tuve a partir del día de hoy.

Hoy fuimos con toda mi familia a visitar tanto a mis queridos tíos como en sí también a mis primos a un pueblo que se llama "La Falda" y que está muy lejos de la provincia de Córdoba Capital, aquí en Argentina en donde actualmente y hace varios años atrás, estamos viviendo con toda mi familia.

Cuando en ese preciso y mismo día llegamos a la plaza a la cual estaban trabajando mis tíos, me fui corriendo hacia las hamacas y empecé al principio un poco fuerte, luego cuando continuaba hamacándome cada vez más fuerte, sin querer mis manos que estaban siendo transpiradas por los nervios que tenía, mientras que aún yo observaba como en la hamaca que estaba cada vez más fuerte, sin querer me solté de la hamaca, me caí al suelo y cuando me quise parar sentía que mis piernas casi no me respondían. Menos mal que mi tía que se llama Lidia "La Pochi", me vio tirado y ella comenzó a llamar urgentemente a mis papás para que me alzarán y me llevaran a la casa rodante que estaba estacionada en ese lugar. Cuando ingresé a la casa rodante, cuidadosamente mi padre me sentó sobre una de las sillas de la casa de mis tíos y esperaba con el correr de unas horas a que mis piernas pudieran responderme", pudieran volver a utilizar mis piernas de nuevo.

Pasados unos largos e interminables minutos, cuando intenté pararme de nuevo solo y a bajarme nuevamente de la casa rodante, mis piernas de nuevo comenzaron a funcionar y cuando observé que mis piernas respondían nuevamente, de a poquito empecé a caminar hacia donde estaban mis padres para no volverme a subir de nuevo a las hamacas.

Desde ese exacto y mismo día que casi perdí la movilidad de mis piernas, cuando me siento en las hamacas. Nunca más volví a hamacarme de nuevo, por este susto que tuve.